Ideologias y superavit

 

 

No hay que ser economista para saber que las decisiones que se toman desde un gobierno en materia económica, responden mucho más a la política que a variables de tipo financiero, fiscal o monetario. Desde ya, estos factores inciden y tienen importancia, pero decide la política, siempre.

Entonces, cuando se habla de macroeconomía como vector que cuantifica datos sociales, como la pobreza, sepamos que estamos utilizando mediciones políticas, no porque sean cifras inciertas o falseadas sino porque todas las conformaciones que se utilizan para definir la macroeconomía, nacen de decisiones políticas, de culturas políticas y hasta de estamentos ideológicos.

Cuando Milei y sus aburridos copistas (Caputo, Sturzenegger) insisten en que vetan el aumento a jubilados y la financiación de las Universidades nacionales, en virtud del “férreo” concepto de que afectan el superávit fiscal, lo que están diciendo es que “su modelo “de superávit fiscal puede desequilibrarse, pero eso es solo una cuenta pública propia, de ellos y elaborada en base a su interés en cómo deben distribuirse los recursos en la Argentina.

No existe un modelo de equilibrio fiscal que sea aceptado por todos. Debe ser producto de la negociación y los acuerdos. Éste que está en juego, es el de los libertaros, no de todos.

No es ni férreo ni inamovible, y mucho menos se ve afectado por los ínfimos porcentajes que valorizan que los jubilados cobren un poco más y las Universidades no deban minimizar sus actividades de investigación, conocimiento, ciencia, formación y que se actualicen razonablemente salarios de docentes y no docentes.

Lo más grave no es que desde el gobierno mientan, que es habitual y está peligrosamente naturalizado, sino que legisladores votados en listas opositoras acudan a la falacia oficialista de que “el superávit fiscal no es negociable” y que “cualquier aumento” en este caso a jubilados y Universidades, pone en riesgo el superávit fiscal. Sepan ellos que habrá un día de mayor justicia y de mejor coraje en el pais y deberán dar explicaciones por sus actos de hoy. Siempre llegan tiempos más ecuánimes, o por Dios o por la humanidad. Pero llegan.

Y, si vamos un poco más allá y vemos desde la política económica y desde experiencias internacionales, tampoco es de absoluta certeza que los Estados deban tener “restricción de gastos”, sí contemplación y correcto uso del dinero público, que no es lo que se hace ahora ya que lo que existe es una elección “clasista” sobre cómo se acomodan esos recursos, entonces vemos, con certeros datos brindados por la Oficina de Presupuesto del Congreso, que el aumento a los jubilados tendría un costo fiscal de 0,44% en el PBI (incluyendo un abono mensual de $70 mil hasta fin de año)  y el de las Universidades incide en un 0,14%. Entre los dos impactan en un poco más de medio punto en el PBI (0,58%) dato fácilmente compensable, en caso que se quiera mantener el superávit fiscal auto diseñado, ya que con lo que se pierde en la rebaja de bienes personales más los 100 millones de dólares que recibe Mercado Libre en subsidio impositivo en virtud de la promoción para empresas de la economía del conocimiento, que más está decir no se pensó para “monstruos” ultra millonarios sino para pymes y emprendedores iniciáticos y cuento que entre Mercado Libre y Globant, solo dos empresas del sector tecnológico, reciben el 49% del total de las exenciones fiscales para ese rubro. Y agreguemos que por ley 19.640, no se paga en Tierra del Fuego tasa o tributo por mercaderías importadas y que por un reciente decreto 652/20 no se pagará Impuesto a la Ganancias, entonces vemos con claridad como los recursos para jubilados y Universidades pueden afrontarse sin problema fiscal alguno.

Al revés de la burda consigna propagandística del gobierno de que NO HAY PLATA, vemos que HAY PLATA, solo que es para algunos y no para resolver un democrático equilibrio en la distribución de los recursos, del excedente y darle prioridad a las demandas y necesidades más urgentes.

Un jubilado que no puede comprar sus remedios y por lo tanto deteriora su salud y peligra su vida, vale mil veces más que una empresa. Bien lo dice la Biblia: “la vida es sagrada, tiene un carácter inviolable que está inscripto en la conciencia del hombre” y esa conciencia no es la que hoy guía a quienes se auto titulan religiosos y fuerzas del cielo. Solo son dadores de ventajas a la inacabable codicia de los que más tienen y más quieren y que han perdido absolutamente todo sentido de Nación.

Son los Caputo, los Sturzenegger, los Mondino, son los hijos de la renta financiera que no tienen siquiera noción de las necesidades de producción, desarrollo, conocimiento, justicia, crecimiento, educación y trabajo que requiere un pais.

Y que ahora, pretenden seguir con la monserga del superávit, cerrando hospitales públicos donde todavía hay pacientes internados y siguen con la demolición de los salarios de trabajadores estatales.

De forma tal, que negamos que el equilibrio macroeconómico sea la clave para terminar con la pobreza ya que los valores de una economía medida en función de intereses sectoriales y no colectivos y carentes de convicción nacional, construyen datos falaces.

La pobreza se combate desde un sentido de justicia social, luego los números pueden considerarse.

El veto a las leyes reparatorias para jubilados y Universidades se inscribe en una de las más oscuras páginas de nuestra historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

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