Supongamos que una parte de la intensa campaña política y mediática que descalifica a los trabajadores del neumático, sea cierta. Supongamos.
Que por ser del Partido Obrero no pueden originar medidas de lucha gremial. Que ganan 350 mil pesos por mes. Que su actitud beligerante provoca que se pare la industria automotriz en Argentina. Que son responsables que miles de trabajadores pierdan sus empleos. Que son el mal. Demos por cierto todo esto, que, en verdad, no lo es.
Aun así hay causas, condiciones y motivos para que este conflicto exista.
Ganan en promedio 150 mil pesos por mes (en Pirelli, 120 mil). Algunos dirán que es un buen sueldo, claro que obtenido en un sistema que se llama “americano” que tiene dudosa vinculación con la legalidad del derecho laboral argentino. Las plantas trabajan las 24 horas los siete días de la semana y para eso deben contar con la mano de obra que ponga el cuerpo todos los días hábiles más los sábados y domingos, sin distinción y sin PAGAR el extra para esos días que los trabajadores estiman en el 200% y la patronal solo en la mitad. Es un sistema de rotación donde los horarios se modifican semana a semana, trabajan una de mañana, otra de tarde y otras de noche, lo que implica que ningún obrero de esas plantas puede planificar su vida más cercana como el ocio del finde, paseos, salidas, llevar niños a la escuela, jugar con ellos en tiempos adecuados. Esto de por sí ya es un avance sobre la libertad psicológica del trabajador, quien se ve preso de un régimen de horarios envolvente (envuelve su vida).
Hay detalles que son tan importantes como lo salarial y en algunos aspectos más y son los temas de salubridad, donde según el lugar de la planta que ocupan se observaron, con altos promedios, casos de absorción de materia cancerígena cuando se hace la primera mezcla de componentes para el producto neumático, el constante ingreso del humo negro a sus pulmones y cuerpos, que los deja, todos los días, como si salieran de una mina de carbón en Escocia en 1924!, variados, comunes y múltiples casos de hernias de disco y lumbalgias ya que en algunos casos deben lidiar con ruedas que pesan entre 70 y 300 kilos.
Esta es la realidad del trabajador.
Vamos a la otra parte. Cuando hablan los empresario y nos cuentan que pagar el extra de los findes es un aumento del 15% sobre el salario promedio y por ende tendrían en sus costos un aumento de ese mismo 15%, esconden que, según cálculos empresariales auditados, el costo salarial de este tipo de empresa al vincularlo con sus ingresos, es de solo el 3% o sea que solo ponen 3% de todos sus ingresos en salarios y subir ese 15% representaría cerca del 0,45% de mayor gasto para las empresas, cuyos productos en los últimos 18 meses aumentaron en el mercado 200%.
Una cubierta común vale aprox 60 mil pesos mientras que el costo laboral para hacerla es de 1000 pesos. Una módica relación de 60 a 1 a favor de la empresa.
Las empresas tomaron dólar a precio oficial, casi un 120% más barato que el de mercado, con el compromiso de destrabar cualquier conflicto y ponerse a producir para exportar y colaborar con el ingreso de divisas al pais.
En lugar de eso, adquirieron materia prima, estoquearon y apuntan a ganar más con precios futuros. El conflicto no lo resolvieron, y eso que viene de lejos, ni produjeron ni exportaron.
Hoy las plantas están militarizadas, paradas y el único argumento es que la culpa la tienen los trabajadores. Con cierta verba barrial digamos que, en cualquier conflicto, “el tango se baila de dos” y para compensar con mejor intelectualidad digamos en tono cervantino que “si uno no quiere dos no riñen”. Y antes que alguien piense que los trabajadores no desean ningún arreglo, “porque son trotskistas”, porque nacieron quilomberos “per se” o porque desde algún cielo comunista los alientan Liborio Justo, Nahuel Moreno, Pedro Milesi, y Homero Cristalli * o porque les gusta perder el trabajo, digamos también que concurrieron a 20 audiencias al ministerio de trabajo y nunca encontraron una propuesta patronal que cambie la que hicieron en una primera vez y que era NO a todo lo solicitado por los trabajadores. Nunca un avance, nunca una mejora.
Datos no opinión. La comparación entre precios, tomando la adecuada relatividad entre PBI distintos e ingresos diversos nos dice que en EEUU una cubierta cuesta casi la tercera parte que acá, en Brasil y Chile menos de la mitad. Buenas ganancias para las tres empresas de este pais
Diría Alfonsín “a Uds. no les va mal gorditos”.
Pero vamos a lo que interesa a muchos compañeros peronistas y es el rol de NUESTRO gobierno.
No entra en valores doctrinarios ni en la cultura peronista ponerse en la posición que el ministerio de Economía, y las secretarias de Producción y Comercio se pusieron al amenazar con liberar la importación y darle NUEVAMENTE dólares a las empresas para que traigan cubiertas del exterior si los trabajadores no vuelven a sus plantas. ¿Y a las multimillonarias empresas con que las amenazó Massa?
El rol del ministro de Trabajo ha sido inepto y no resolvió absolutamente nada.
Está mal y lo criticamos la toma de dependencias del Min de Trabajo. Están mal y lo decimos que haya formas violentas en que algunas veces reclaman los trabajadores del neumático.
Pero, como peronistas estamos y estaremos con los laburantes.
Y si ese gremio es trotskista será porque los obreros de esas fábricas así lo deciden y porque nuestros compañeros peronistas no pudieron o no supieron ganar esa conducción.